No es obligatorio identificarse, pero si es su primera reunión, es una buena idea hacerlo. Muchas reuniones comienzan con una lectura del Libro Grande, frecuentemente una parte del Capítulo 5 (“Cómo funciona”), o bien el Capítulo 3 (“Más acerca del alcoholismo”). A veces se lee un enunciado sobre el anonimato en A.A., que explica que es un principio de privacidad valioso tanto para los nuevos como para las personas que llevan tiempo.
Muchas reuniones se cierran con un momento de silencio seguido de una oración, o tal vez de la Declaración de la Responsabilidad o algún otro texto de A.A.
Luego de la reunión
Una vez acabada la reunión la gente se junta y conversa y se genera un ambiente de sociabilidad. Es posible que varias personas se presenten y le ofrezcan su ayuda, o que compartan cómo fueron sus experiencias cuando lograron la sobriedad. Si bien muchos miembros disfrutan y aprovechan este momento, es usted quien decide si quiere quedarse y socializar.
Personas que son enviadas a A.A. por programas de juzgados e instituciones de tratamiento
En las reuniones de A.A. se recibe a personas que provienen de programas de juzgados e instituciones de tratamiento. La fortaleza de nuestro programa radica en que el ser miembro de A.A. es un acto voluntario; no obstante, muchos de nosotros asistimos a reuniones inicialmente porque alguien nos presionó a que lo hiciéramos. El contacto continuo con A.A. nos enseñó cuál era la verdadera naturaleza de la enfermedad.Quién envió a la persona a A.A. no es de nuestra incumbencia. Nos interesa ayudar a las personas que tienen problemas con la bebida. No podemos predecir quién va a recuperarse, ni tenemos la autoridad para decidir de qué manera cualquier otro alcohólico debería procurar la recuperación.
Prueba de asistencia a las reuniones
A veces, una institución que manda a alguien a asistir a reuniones solicita una prueba de asistencia a las mismas. Los grupos cooperan con esto de formas distintas. No hay un procedimiento fijo. La naturaleza y grado de participación del grupo en este proceso depende enteramente del grupo en cuestión.
Algunos grupos, con el consentimiento del miembro potencial, hacen que un miembro de A.A. reconozca la asistencia. Esta prueba puede brindarse en un papel provisto por la entidad que mandó a la persona a la reunión, o bien por algún medio digital si se trata de un grupo en línea. La persona enviada al grupo es responsable de presentar la prueba de asistencia a quien corresponda.
Las pruebas de asistencia a las reuniones no son parte del procedimiento de A.A. Cada grupo es autónomo y tiene el derecho de decidir si ofrece o no pruebas de asistencia a sus reuniones.